martes, 2 de junio de 2009

Las Damas Ibericas

El 4 de Agosto de 1897, en la loma de La Alcudia se encontraba uno de los bustos Iberos más representativos y conocidos de España, la Dama de Elche. Su historia es conocida por todos, pero no la única.

Dama de Elche

Existe otro busto, descubierto en 1987 e igual de importante que la Dama de Elche. Guardamar, pequeño pueblo a la vera del Segura y en el cual vivo, se encontró un busto similar, con igual belleza El MARQ, en Alicante, custodia la Dama de Guardamar, conocida también como Dama de Cabezo Lucero.

DAMA DE GUARDAMAR

Dama de Guardamar

(Historia descrita en la Wikipedia) A poca profundidad, apareció un gran trozo de un rodete de piedra, primer fragmento de un busto de dama ibérica, con indumento semejante a la Dama de Elche. La excavación proporcionó muchos elementos más, entre ellos un gran fragmento que comprendía el tocado, la cara y el cuello. Pero la escultura, rota de antiguo, había sido martilleada e incluso en zonas había sufrido la acción del fuego. Transportada al laboratorio del Museo Arqueológico Provincial de Alicante, el restaurador Vicente Bernabeu comenzó con el lavado e identificación de los restos hallados, así apareció un trozo con el mentón, otro con los labios, que habían sufrido una erosión en el labio inferior derecho, fragmentos del pecho y de los collares, y otros muchos trozos de piedra, pertenecientes a la pieza, pero que no encajaban entre sí ni tenían ninguna superficie labrada. La tarea de restauración fue delicada y minuciosa, prolongándose desde octubre de 1987 hasta junio de 1988, en que se culminó. La pericia del restaurador Vicente Bernabeu y su capacidad artística lograron revivir una pieza que era de dificilísima reconstrucción, y que ahora, aun con lo que le falta, muestra su belleza tal cual pudo salir de las manos del escultor que la labró hace dos mil quinientos años.

Juan Ignacio Cuesta le dedicó a este pueblo un "lugar de poder". Dedicado a la otra zona arqueológica, La Rabita.

DAMA DE BAZA

La escultura más grande encontrada del mismo estilo se encontró en 1971 en Baza (Granada).

Dama de Baza

(Copia de la Wikipedia) Las figuras escultóricas que conocemos con el nombre de damas (nombre que se viene dando a partir de la primera hallada en excavaciones, que fue la Dama de Elche) pertenecen al arte íbero. Todas ellas llevan ricos ropajes y adornos muy lujosos, y representan a alguna diosa que en algún caso podría ser Tanit. Todas las encontradas hasta el momento tienen una cavidad que se supone para depositar las cenizas fúnebres o bien para confiar algún tipo de ofrenda u objeto litúrgico. Ninguna de ellas se puede tomar como un ejemplo aislado. Son un buen ejemplo del arte íbero con influencias del Mediterráneo oriental y del mundo griego.

Estaba dentro de una cámara funeraria de 2,60 m2 y 1,80 m de profundidad, donde había además un ánfora púnica que se comunicaba con la superficie por medio de un embudo, a través del cual seguramente se hacían desde el exterior, libaciones como ofrendas líquidas. Esto indica que se profesaba culto a la persona allí enterrada.

Delante de la dama había un pequeño amontonamiento de armas quemadas y otros objetos que formaban la panoplia de un guerrero. Los arqueólogos han llegado a la conclusión de que puede tratarse del enterramiento de un importante guerrero.

La dama se halla sentada en un trono que tiene unas alas bastante largas en el respaldo. Las patas delanteras del trono son garras de león. La superficie está rematada con la técnica del estucado y pintada después en azul, rojo, castaño y negro, todo ello aglutinado con yeso.

Su rostro muestra unas facciones algo toscas. Tiene el pelo negro, con dos grandes ondas laterales que asoman por debajo de un tocado compuesto por una cofia o tiara que cubre parcialmente las orejas y que además está decorada con tres bandas. Lleva unos pendientes de gran tamaño que están huecos y que cuelgan directamente del lóbulo de la oreja. El cuello está cubierto por cuatro gargantillas y a continuación luce un collar formado por cuentas en forma de tonel al que se enganchan cinco colgantes. Otro gran collar se muestra con tres piezas en forma de corazón. En los dedos tiene numerosos anillos y en cada muñeca se pueden ver varios aros.

Como vestimenta lleva una túnica azul con una cenefa en la parte inferior. Debajo de la túnica se aprecian dos sayas, la segunda apoyada sobre los zapatos. Tiene además un manto que va desde la cabeza a los pies; está abierto por delante formando pliegues en los laterales de la cabeza y sobre el cuerpo.

La dama sostiene cuidadosamente en su mano izquierda un pichón pintado de azul cuyo ojo está representado por un círculo negro.

Se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid.

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